ULTRA TRAIL DE GREDOS

Confirmado....¡Soy una cabra!

Suena el despertador, son las tres de la madrugada del 18 de Octubre y me encuentro dentro de mi furgo, con mi hijo Fran que he conseguido engañar para que me acompañe a este evento, en donde malamente hemos dormido cuatro horas, estamos en CANDELEDA entrada sur de la Sierra de Gredos.

A las cuatro de la madrugada se da la salida de la I Ultra Trail de Gredos, pero para mi la ultra comenzó hace ya casi cinco meses cuando me inscribí de los primeros (dorsal 51)  y empecé con la preparación tanto física como mental para dicha prueba, atrás quedan las tiradas largas de los sábados más los trekking de los domingos y los calores del verano "Que duro se me hizo, nunca antes había echo algo parecido".

Nos quitamos las legañas de los ojos, nos vestimos, desayunamos unos cereales y para el punto de encuentro en el pabellón "Que sorpresa soy el primero.....pues no, soy de los últimos por no decir que el último" Sergio nos indica que todo el mundo se ha ido para la salida en la plaza del pueblo, pues nada apretamos el paso que llagamos tarde.

  

Ya en la salida nos encontramos con Logi y con Carlines, intercambiamos saludos e impresiones. Fran se quedaría con Carlines para seguir la carrera, quedamos de vernos en el Nogal del Barranco, pero ya les comente -No me esperéis, voy a ir jugando con el fuera de control, mi meta es terminar- Nos deseamos suerte mutuamente, encuentro muy fino a Logi y no puedo pensar otra cosa "va hacer podium".

Salimos y como llevo más miedo que vergüenza me quedo el último, estamos recorriendo el GR-180 totalmente corrible, pero las subidas las hago todas caminando y las bajadas a trote cochinero. 
De esta forma empiezo a compartir impresiones con el resto de compañeros y vamos formamos grupos con más o menos unidades, pero finalmente al Nogal del barranco Km 28 llego con un salmantino y un asturiano afincado en Madrid.

En este punto nuestro compañero de Salamanca decide subir a su ritmo, ya que lleva una molestia en la pierna (al día siguiente desayunamos juntos y me comento que hizo el recorrido corto, casi nada 55 km con 3.338+ lesionado) y como no puede ser de otra forma entre un berciano y un asturiano, desde ese momento juntos hasta la meta.

Comienza a amanecer y la primera subida seria de la jornada hasta la cumbre de la Mira, le comento a Ruben -no me gusta esa niebla en la cumbre- después me enteraré por Fran que los siete primeros entre los que iba Logi se perdieron entre la niebla teniendo que abandonar. 

Como podéis apreciar en la foto anterior la subida hasta el refugio Victory se realiza por una senda empedrada a modo de calzada romana "están locos estos gredenses".

Desde el refugio, la vista de los Galayos es impresionante y como no, me acuerdo de Pedro compañero de mis años de escalada, que estaba empeñado en traernos a subir el Torreón de los Galayos, menuda mole de granito.

La última parte de la subida la realizamos por una pedrera, en donde la piedra más pequeña es como mi cabeza, tenemos que guardar los bastones y trepar por este mar de bloques, pero llego al collado pletórico, se nota el entrenamiento y la planificación de la carrera.

La bajada hasta Los Camapanarios muy divertida, no te encuentras un metro de senda sin tener que saltar o esquivar una roca.

Seguimos bajando y llegamos al Prao y a la Garganta de las Pozas, como el nombre indica prado de alta montaña lleno de pozas en donde es muy difícil trotar, hay que estar muy habituado a este  tipo de terreno para poder correr, por unanimidad decidimos caminar para evitar un posible esguince. 

Desde el Puente de Roncesvalles comienza la segunda ascensión seria de la jornada hasta la cumbre del Cabeza Nevada, zona de monte a través con más prados encharcados de agua helada y una enorme pedrera en donde las piedras ya no eran como mi cabeza, sino que eran como yo de grandes o más. Por si era poca la dificultad soplaba un viento de mil demonios, tenía que usar los bastones para impedir que el viento me arrastrará. Sobra decir que sufrí mucho, por mi mente se pasearon las dudas "no voy a ser capaz de terminar" pero en la bajada después de que Ruben impidiera que diera con mis maltrechos huesos contra el suelo (una ráfaga de viento me hubiera tirado) me recuperé moralmente.

Nos adentramos en un lugar espectacular el Gargantón de Gredos.

Ruben -que por ahí no es-
Yo -que si, cuando nos acerquemos ya veras las balizas-
Ruben -que no,que no se ve a nadie-

A parte de estudiarme el recorrido, tuve la suerte de realizar esta parte del recorrido con mi mujer en septiembre, estaba todo igual hasta las cabras en el mismo sitio, lo único que había cambiado era el neverón, en su lugar teníamos un bonito arroyo entre bloques por el cual debíamos trepar.

Desde el Rellano del Ameal se puede ver la Galana, el Almanzor, el cuchillas de Gredos y el Ameal de Pablo.

Descenso por la canal de Isabel II muy técnica, pero divertida con su par de destrepes, cruzamos el circo de Gredos con la Laguna Grande y llegamos al último avituallamiento en los Barrerones Km 63 "esto esta echo" subida de moral.

Cambio la camiseta, calcetines secos, plato de pasta aliñado con gominolas, chocolate y buen humor de los voluntarios del avituallamiento. Salimos con buen ritmo para la última cumbre de la jornada el Morezón. Esta cumbre es el mejor mirador del circo, pero no paramos, empezaba a oscurecer y tengo claro que quiero encontrar el sendero de bajada.

Yo -Ruben nos hemos perdido, mira enfrente están los Galayos-
Ruben -que no hombre, hace muy poco había una cinta. Sigue para adelante-

Tengo mis dudas, pero justo, el último punto de control en el Puerto de Caldeleda y senda para abajo. Comienzo a correr, me encuentro bien de piernas, paso a uno, a otro, otro más, subidón de moral, pierdo la cuenta de los compañeros que pasamos (recuperamos 20 posiciones).

En las calles de Candeleda, Ruben amaga que esprinta, yo amago que esprinto, la gente de las terrazas -mirar llegan esprintando-
entramos de la mano despues de 18:03 horas, mi primera ultra.

Ya para terminar quiero dar las gracias a la organización, a los voluntarios, a Carlines por cuidar de Fran y a Ruben que con su experiencia y sabiduría me fue guiando para llegar más o menos entero, confirmado soy una cabra.