Hola amigos de la montaña del deporte y sobre todo de la buena
compañía, este domingo nos juntamos unos cuantos para disfrutar de una
quedada de las guapas con el objetivo de recorrer uno de los tramos más espectaculares
de los Montes Aquilianos, su famoso cordado, así que a las 9:15 de la mañana y con suma puntualidad
nos juntamos en el Albergue de los peregrinos Laura, Isa, Fernando, Lucia,
Diego, Bea, Carmen, Fernando Tejedor (el Pachi) y un servidor, una vez dados los
buenos días nos pusimos en macha con dirección a
Portillines lugar donde daríamos comienzo a nuestro entreno dominguero.
Una vez allí cargamos bien las mochilas y cinturones con barritas, agua, gominolas, etc... porque nunca se sabe lo uno mismo puede necesitar y como se suele decir... "mejor que sobre que no que falte"...
El recorrido comienza con una pequeña subida que nos hizo ir
entrando en calor inmediatamente y donde
fuimos cogiendo ritmo poco a poco, esta primera subida termina en la cabeza de yegua, lugar donde nos reagrupamos para dividirnos en dos grupos, uno
que cuyo objetivo sería la caseta de la Aquiana y el otro que llegaría hasta Pico Tuerto.
Esto de formar grupos es algo que ya habíamos hablado
previamente y lo bueno que tiene entrenar con tanta gente es precisamente eso, de esta manera
cada uno puede elegir el recorrido que más le convenga para realizar un buen entreno, en este sentido el personal es
muy responsable y cada uno es muy consciente de lo que tiene que hacer, no nos olvidemos
que el verdadero objetivo de todo esto es poder disfrutar de un buen día de
entreno con los amigos.
Para mi el cordado de los Aquilianos es un lugar perfecto para entrenar,
en cuanto a distancia se refiere es un recorrido de 22,5 km sumando la ida y la vuelta,
también tiene un buen desnivel acumulado con muchos sube-bajas de dificultad moderada,
lo justo para poder practicar nuestra técnica de carrera, a esto hay que sumarle que correr por altitud es un dificultad añadida lo cual nos va a ayudar a progresar notablemente, pero una de las razones
más importantes de este recorrido son sin duda las tremendas vistas que nos
ofrece durante todo el trayecto, es espectacular y rápidamente se puede
apreciar el encanto que tiene este lugar, y lo mejor de todo es que lo tenemos
muy cerca de casa, en tan solo 45 minutos de coche estamos en este lugar, creo
que es una buena alternativa para entrenar y poder variar nuestra rutina semanal en el Pajariel.
Durante el recorrido nos encontramos con la gente de la organización de La Travesía de los Montes Aquilianos, los cuales habían quedado para marcar esta parte del recorrido y vaya si lo hicieron... será por señales, pero como se suele decir... más vale prevenir que curar ya que uno de los inconvenientes que tiene la montaña es el cambio climático, factor muy importante y que debemos tener cuenta a la hora de realizar cualquier actividad sea la que sea ya que si le da por hacer mal tiempo las risas se convierten el lágrimas rápidamente y encontrarte en plena montaña con niebla, lluvia y viento no es plato de gusto y puede hacer que nos desorientemos con suma facilidad, perderse está a la orden del día y es por eso que esta gente se lo curra tanto marcando tan bien el recorrido...porque nunca se sabe... un 10 para ellos.
Una vez en la Aquiana, paramos 10 minutos a recuperar fuerzas,
hidratarnos, sacarnos unas fotos y después de disfrutar unas vistas increíbles nos dimos media vuelta con dirección al coche.
El recorrido a la inversa desde la Aquiana hasta Portillines se
hace un poco más duro, el desnivel positivo es mayor y a esto hay que sumarle
los kms recorridos, aunque esto no pareció ser un gran problema para el grupo y
es que aquí el que no corre vuela, están todos muy fuertes y los kms no les suponen
un gran esfuerzo y lo curioso es que cuanto más corren...mas quieren correr... he
aquí el Pachi que tanto se queja y que luego llora porque se ha terminado el entreno
y con un par el tipo dice (home... a estado bien pero a mí me ha parecido algo corto)
que pajarraco jajajajaja
Y como no podía ser de otra manera... después de un buen entreno
una buena zampada no??? pues eso, que paramos a comer en el merendero de San
Cristobal donde nos pusimos como ceporros y como noooo.... unos más que
otros...y que bien sienta disfrutar de una buena comida después de un entreno...
si hubiéramos tenido unas hamacas para dormir las siesta habría sido perfecto,
pero a falta de ellas paramos en el Val de Salas a tomar un chupito y rematar lo
que para mí ha sido un domingo de Diez...y sumando....
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