Miguel Ángel Tranca | León 03/11/2011
Salva Calvo confirmó su condición de favorito en una de las pruebas más duras del Planeta, la Chismes Dolpo Annapurna. El cepedano, considerado como el mejor ultrafondista del mundo, suma así otra competición de prestigio a su ya amplio palmarés tras superar casi dos semanas de exigente recorrido en el que el frío, especialmente por la noche, y la altitud (se llegaba hasta los 5.416 metros) fueron sus principales amenazas.
También la resistencia que ofreció el catalán Joel Jolis que durante más de la mitad del trayecto se mantuvo a la estela de Salva. Ya desde el inicio el cepedano junto a Joel y un reducido grupo de participantes alcanzaban una notable ventaja superando la complejidad del terreno. Salva era el encargado de marcar el ritmo y de paso empezar a descolgar a los menos fuertes.
Precisamente en el tramo del Annapurna el ultrafondista cepedano no lograba separarse de Joel, un enemigo que aguantaba como podía pero que conforme fue acumulando kilómetros en sus piernas y cansancio iba cediendo segundos que al final resultaron importantes. Salva era consciente que en carreras de mucho kilometraje y con una dureza constante es un valor seguro. Ya lo demostró entre otras en la Muralla China o el Tor des Geants. En el Annapurna y Dolpo no iba a ser distinto. Fue en este segundo tramo donde su consistencia empezaba a fraguarle el éxito para alcanzar la meta de Katmandú después de 363 duros kilómetros como el primer clasificado. Atrás quedaban jornadas complicadas en las que las fuertes diferencias climatológicas entre el día y la noche jugaron a muchos participantes malas pasadas.
«Ha sido una experiencia espectacular. Menuda aventura. Muy dura, extrema, mucho frío, mucha altura, muchos lugares espectaculares. La primera parte (la del Annapurna) para todos los niveles, la segunda (la del Dolpo) para locos de la adrenalina». Calvo resumía así su experiencia que concluía con otro éxito para el cepedano.
fuente diario de leon
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