Ayer conocí un poquito más de mi comarca, en la que nací y en la que vivo desde hace 34 años, pues bien aún así no conozco ni la cuarta parte.
Unos amigos, TOÑO Y FRAN, me llevaron a conocer una parte que no la tengo muy reconocida, saliendo de RIEGO, no dirigimos dirección el ACEBO por el CAMINO DE SANTIAGO, (que mal sienta empezar subiendo), ya en el ACEBO nos fuimos hacia MANJARÍN pero...ya no por el CAMINO DE SANTIAGO, sino por una pista que rodea la base militar por la parte de atrás, una pista rodeada de un bosque de robles y acebos preciosos, una gozada para los sentidos, EL OTOÑO BERCIANO ES IMPRESIONANTE.
Durante unos 5 km transitamos por este tobogán natural, que nos dejo, de nuevo, en el CAMINO DE SANTIAGO hasta llegar a MANJARÍN.
Dese aquí nos deslizamos pradera abajo hasta dar con el sendero que nos dejaría en LAS TEJEDAS, pueblo abandonado, escondido en uno de los bosques más impresionantes que podemos ver.
El sendero es simplemente espectacular, una descenso de unos 5 km, en el cual perdemos unos 400 metros de altitud, rodeados por una paraje encantador y encantado.
Ya en el pueblo de las TEJEDAS, nos salen a recibir con muy malas pulgas unos cánidos, vamos perros, que defendiendo lo suyo, no nos dejaban pasar, hasta que llegarán sus dueños, en cuanto contamos con el beneplácito de los amos, nos trataron como si fueras de la casa..pero el susto no me lo quita nadie.
Nos recreamos la vista, y TOÑO nos explico un poquito lo que pudo ser cada casa, que con el paso del tiempo, han ido perdiendo la batalla con la naturaleza.
IGLESIA DEL PUEBLO DE LAS TEJEDAS
Desde este pueblo situado a unos 1050 metros de altitud, y escondido entre un bosque espléndido, solo nos quedaban 6 km de transitar por pista, acolchada, una alfombra mullida, donde correr era una gozada, subidas y bajadas nos llevaron a la subida que nos dejaba en el punto de partida.
22 km, 2h.13min de placer.
Ayer descubrí un poquito más mi tierra, ayer me sentí aún más BERCIANO, me gusta el BIERZO y a tí?
P.D. hoy pondré el track
¡ Me trae buenos recuerdos y me da envidia sana poder entrenar en esos parajes tan espectaculares! Es importante disfrutar del entrenamiento y de los amigos. Miguel, desde Tánger.
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