miércoles, 22 de mayo de 2013

Lunes de ¿caminar?


Este lunes decidí cambiar de rutina, no voy a poner disculpas, no estaba lesionado ni buscaba menos sufrimiento del que se presumía en la sesión de entrenamiento que Alex Martínez había planificado para el grupo de entrenamiento de la ULE, simplemente me apetecía hacer una rutina parecida fuera de la rutina de la ULE.

Acudí puntual a la cita en la petanca del parque de El Temple, allí me esperaban los habituales y sencillos miembros del rebaño pastoreado firmemente por Che y Jose, así que cual corderito obediente, y esperando no salir degollado, me coloqué para el posado con el que se inician las…¿caminatas de los lunes?.  No voy a enumerar los participantes, pues ya han quedado inmortalizados en las instantáneas que gentilmente me cede el Profesor Tejedor.



Prevenido iba de que no debía salirme del rebaño, últimamente se han avistado en el Pajariel algún que otro lobo, cuya piel no adivinan a confirmar si es de cordero, de borrego, o de lobo, pero que siembra el terror entre los caminantes/as. Hasta el momento SEPRONA, no ha podido identificar a esta bestia que ataca a los rebaños creando confusión, y en algún caso provocando daños de escasa índole.

Todo apuntaba a que podría ser un noche tranquila, pero tras cruzar la pasarela e iniciar el ascenso a la senda de El Butano, giro a la derecha para subir por una senda, cortafuegos, a  la que nadie supo dar nombre, a lo más que alcanzaron fue a identificarla como pariente en consanguineidad de primer grado con la tan temida  “Puta Parió”, me atrevería a decir que aún peor.  

Esta senda tiene salida cerca de una de las curvas de Las Zetas, en sentido subida, justo la anterior al cruce hacia el Vía Crucis. Desde allí, bajada por el Vía Crucis para subir por la senda de Las Ardillas. El grupo iba recuperándose del susto inicial, y este sendero parecía no hacer daño en las piernas de los participantes,  los más valientes se atrevían a ¿correr?.

Coronada la senda de Las Ardillas y en el cortafuego de Las Tetas, Che preguntó , qué grado de dolor estaban dispuestos a asumir los participantes y por cuánto tiempo. Conclusión, bajar El Picachín, bajada ¿caminando?. El personal es oír que hay que sacar la cartera para pagar unas cervezas por llegar el último y desbocarse monte abajo.

Para esos momentos, la noche había caído, y entre los árboles las sombras me confundían. Recordé viejas historias de lobos que amenazaban las cabañas ganaderas del Pajariel, lobos que nadie había visto.  Expectante, teniendo claro que el único animal de cuatro patas que nos acompañaba era Ceres, la perra de Isa, vislumbre una sombra que nada tenía que ver con un cuadrúpedo,….El Bierzo está próximo a Galicia, y las historias de licántropos siempre han estado presentes en nuestra cultura popular,  así que por descarte lo que creí ver ayer por la noche, fue un Hombre Bobo.

De El Picachín, como el personal no se había cansado de ¿caminar?, bajamos por la M-30 ULE para coger la senda de La Castaña, alguna que otra castaña hubo, pa que lo vamos a negar, nada que no puedan remediar unas mullidas posaderas.

De La Castaña tomamos dirección Variante Emma Sur, de camino, se oía el canto de la Lechuza, esa pájara que nunca se deja ver y que desde su posición, cotillea lo que hacen los caminantes y trata de entretenerlos con su característica cantinela. No se le dio mayor importancia y continuamos por la Variante Emma Sur, allí seguimos ¿caminando?.

Caminábamos a tal velocidad que uno de los bastones de Carminha, se descompuso, está claro que non era galego, o que eu che diga, Hong Kong non é un barrio de Guitiriz, de Galicia Calidade nada. Gentilmente, y porque siempre ha habido clases, Jose y Fernando encontraron el tramo de bastón, y el manitas, Miguel, lo recompuso.

El viaje se estaba acabando, y tras disfrutar de La Lola, llegamos al punto de partida después de casi tres horas y 12 kilómetros de ¿caminata?. 

Yo si no se corre más en estas salidas, no vuelvo, me siento defraudado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario