Ese loco que corre descalzo, soy yo.

 Hola a todos! Mi nombre es Joaquín, o peluzza, si hablamos de mi alter-ego en internet. Pero de un tiempo a esta parte, al menos en el Bierzo, se me conoce como "ese que corre descalzo". Y no es que me venga mal ese apelativo, porque efectivamente, corro descalzo, o minimalista.

Quien suscribe, durante la 21 Lunas y Media 2013

Se que para muchos de los lectores habituales y amigos de Mirando al Bierzo, les parecerá extraña esta entrada en el blog, pero como todo en esta vida, tiene un comienzo, y una historia detrás.

Por medio de un amigo, he dado en coincidir con Che, uno de los dinamizadores de mirandoalbierzo, y buen tipo en general. El caso es que el motivo de mi visita era puramente laboral, hacer un pedido y pasar a recogerlo al día siguiente, nada extraño, hasta que se me ocurrió comentar que yo también era corredor, lo que desencadenó una rápida conversación que derivó en una oferta que no puedo rechazar: contar a los amigos, socios y lectores de esta web mis experiencias corriendo descalzo, y mostrar que hay otras formas de entender el deporte.

Como no puede ser de otra manera acepté, así que con este post voy a iniciar una pequeña serie sobre lo que este humilde humano entiende por correr. En este artículo me centraré excluisvamente en la parte menos técnica, en el PORQUÉ.

Consideraciones previas

Quiero aclarar que, si bien me voy a centrar en lo exclusivamente deportivo, para mí, correr es parte inseparable de una filosofía de vida, por lo que alguna vez me iré por las ramas, espero que lo entendais, y me perdoneis.

También he de decir que mi caso es único y personal, y en ningun caso quiero convencer a nadie de que MI verdad sea LA verdad. Si eres feliz corriendo con zapatillas amortiguadas, sigue corriendo así, si quieres quedarte con un poco de lo que te muestro, también.

Además, cuando hablo de correr descalzo, quiero aclarar que tambien me refiero a correr con zapatillas sin amortiguación, tambien conocidas como minimalistas, y que tambien es aplicable a correr con huaraches o sandalias.

EMPECEMOS

Creo que la mejor manera de empezar es respondiendo a las preguntas que habitualmente me hace la gente que se atreve a compartir una tirada conmigo, así que sin más dilación, allá vamos.

¿Por qué corres descalzo?

Sería, quizá, la pregunta más facil de responder, y se me ocurren varias respuestas obvias desde mi punto de vista:

- Porque me hace sentir bien.
- Porque nací descalzo.
- Por la sensación de libertad que me produce.
- Porque se conoce gente. :)

La verdadera respuesta es más larga, y es que para mí, correr descalzo fue la respuesta a una situación límite, y como todos los cambios importantes de la vida, encontré mi camino despues de tocar fondo.

Toda mi vida he tenido que "soportar" ser un reconocido pies planos entre mis amigos (antideporte, me llamaban), tropezaba con todo y era bastante torpe en general con los pies, lo que no me impidió empezar a correr, y tener unos resultados medianamente aceptables.

Hace 10 años, cuando por fin estaba en plena forma para mi primera media maratón, una lesión en el Talón de Aquiles me despachó 6 meses sin correr. A partir de ahí las tendinitis, y sobre todo 2 años de fascitis plantar que por fortuna, y con mucho sufrimiento he conseguido superar, fueron minando la ilusión de correr.

Ya había tirado la toalla, y la suma de todos esos problemas, mas otros, me llevaron a una imperdonable dejadez y pereza, que desembocó en mas de 100kg entre pecho y espalda.


Hoy se que todo aquello era consecuencia de un acortamiento del sóleo, en parte producto de una mala técnica, en parte por no estirar, pero hasta entonces no era consciente de otro factor importante en esa lesión: el DROP de la zapatilla.

El drop, caída, o cuña, es la diferencia de altura que existe entre el talón y la punta de la zapatilla. Un exceso en esta altura provoca un acortamiento en el tendón, lo cual deriva en fascitis.

¿Estamos locos o que?

Desde luego, y ahora ya se que no soy el único, he ido pasando de mano en mano por traumatologos, fisioterapeutas y ortopedas, he gastado horribles plantillas todo este tiempo, y cada vez que me hacia la prueba de la pisada, me hacia falta una zapatilla más cara y más blanda. Las Brooks Glycerin 9 han sido mis últimas compañeras amortiguadas, con las que solo disfruté apenas de 4 meses sin lesiones.

Un buen día la sombra de la fascitis volvió a surgir, y decidí no parar esta vez, y buscar una solución no al dolor, sino al problema, y por azares del destino, un amigo dejó la Sportlife abierta por la página en la que hablaba de "natural running". Empecé a leer y a ALUCINAR. De repente todo me encaja, ya entiendo porqué he sufrido toda mi p. vida: YO CORRO ASÍ!!!

Llevo años soportando que me digan que "corres demasiado de puntillas" "sin plantillas, cargas sobre los dedos" y demás. Como no iba a arrastrar los pies e iba a correr de puntillas, si tenía 12mm de goma en el talón!!

Me di cuenta de que la única parte de mi cuerpo que NUNCA habia entrenado eran los pies, llevaba toda la vida viendolos como una extensión amorfa, imperfecta y tullida de mi cuerpo. Ahora los compadezco, estaban debilitados y hartos de plantillas que solo empeoraban las cosas.

A partir de ahí, empecé a leer y empaparme de técnica y literatura sobre correr descalzo. Mis Brooks de 120€ han dado paso a unas zapatillas planas de Decathlon de 11€ y en ocasiones ni eso, mis pies descubrieron el mundo exterior. Puedo afirmar que, literalmente, tuve que aprender de nuevo a caminar.

Nunca estaré suficientemente agradecido a los usuarios de la web www.correrdescalzos.es , por su apoyo durante lo que se conoce como el "periodo de transición" minimalista.

¿Qué ventajas aporta correr descalzo?

En mi caso, lo primero que me aporta es relajación. Correr barefoot/descalzo/minimalista elimina todo lo que, a mi juicio, sobra en la escena actual del running: marketing y presión.

Sobre el marketing es obvio, no te hace falta gastarte 200€ en unas zapatillas, no necesitas ir a la última, no es necesario ese gps que te mide hasta la tensión de la cornea. Realmente es dificil vender algo a quien no necesita nada más que lo que trae de serie.

Por presión me refiero a esa sensación de tener que medir, anotar, examinar y exigir entrenamientos, mejoras, etc y que, lejos de quitarte complicaciones en la vida (ya de por si bastante compleja), parece que te obligan a entrenar y superarte.

No existen m/km, no existen retos, no existe nada que no sea disfrutar de la experiencia de correr. Lo importante no es competir, sino disfrutar de un buen rato en soledad o en compañía.


Esto de primeras suele representar un cortocircuito mental a los corredores con los que me encuentro, y cuanto más experimentados y competitivos, peor suelen entenderlo. Mi manera de entender el running es muy distinta de la corriente mayoritaria:

- ¿Cuantos días corres o entrenas, y a qué horas? - Los que puedo, cuando puedo, y sólo si me apetece.
- ¿Cuanta distancia corres? - La que me apetece ese día.-
- ¿A qué ritmo? - Al que me resulte más cómodo en ese momento.
- ¿Carreras? - Las justas, y siempre que me parezcan bonitas.
- ¿Para qué correr entonces? -Para correr.

No digo que no me guste mejorar, llegar más lejos, mejor y más rápido, sencillamente, me parece secundario. Lo importante es correr y disfrutar, relajarme y meditar. Como dice la ranchera, "no hay que llegar primero, hay que saber llegar".

Cuando corres descalzo, son tus pies los que dicen al ritmo al que debes ir. Si un terreno es blando, te permite acelerar, si es abrupto y con piedras, la precaución te hace bajar el ritmo, si el suelo es abrasivo, minimizas el contacto con el suelo, y, aunque parezca sorprendente (y me consta que le pasa a todos los que se vuelven "indios"), cuando ves un obstáculo o algo que debas esquivar, tus pies ya se te han adelantado y han hecho un regate.

Ah! qué maravilloso es ese subestimado ordenador de abordo natural que todos tenemos y que no explotamos, llamado Sistema Nervioso Autónomo.


Otra cosa que he descubierto son las sensaciones al correr descalzo. Cuando empiezas a dejar que tus pies toquen cosas, es dificil volver a aislarlos del mundo exterior. Es increible la cantidad de información que obtienes del suelo mientras caminas o corres por un monte, y todo parece cobrar una nueva dimensión: hojas sueltas, piedras, humedad, barro... ¡naturaleza!

¿Qué sucede cuando corres descalzo?

En un plano más físico, correr en general aporta muchos beneficios, especialmente si se corre bien. Todos más o menos sabemos que una técnica de carrera pésima da resultados pésimos, cuando no desemboca en lesiones.

Correr descalzo aporta algo que ahora se está poniendo de moda: la propiocepción, es decir, la percepción de nuestro cuerpo dentro del entorno. Como ya he comentado, el pie está repleto de terminaciones nerviosas, y actúa primordialmente de modo reflejo, como bien atestiguan las cosquillas. Cuando corres descalzo, el pie se libera de la jaula que supone una zapatilla con al menos 15 mm de espuma, y empieza a sentir el entorno.

Al principio, el "despertar" sensorial de los pies es abrumador, de repente todo son pinchos, frio, aspereza, humedad... es decir, SIENTES el terreno.  Ante estos estímulos, el pie adapta de un modo automático, casi instantaneamente, la pisada al terreno, y se puede apreciar cual es la función real de los dedos de los pies: tocar y anticiparse al terreno.

Esto nos lleva a la segunda peculiaridad de correr de esta manera, y es que la pisada se modifica.

Las personas que tenemos menos de 40 años hemos crecido con unas zapatillas muy distintas que las que usaban nuestros padres, con mucha amortiguación, con un talón alto y con cada vez más chorradas del tipo "torsion control", "air system", "boost" y otras. La culpa de este desmadre, lo tuvo Nike, que inventaron el Jogging y la zapatilla de jogging, que es la que hoy llamamos deportiva.

Estas zapatillas y su talón alzado, causan una modificación en la pisada, adelantando el punto de apoyo al centro de gravedad, y obligando a aterrizar con el calcáreo, lo que se conoce popularmente como "talonar", lo cual obliga a su vez a lanzar la pierna por delante del cuerpo, lo cual a su vez desencadena una mecánica de carrera que castiga las articulaciones.

Eliminar este accesorio devuelve todo a su sitio: se apoya totalmente la planta del pie en el suelo, se aterriza con los metatarsos, con el punto de apoyo dentro del centro de gravedad...

en definitiva, se pasa de esto:

a esto:

Cuando se corre minimalista, se pasa a apoyar en el suelo la totalidad de la planta del pie, dejando que una pequeña inclinación del tronco y la gravedad se encarguen del desplazamiento horizontal.

En una próxima entrada, pasaré a detallar en qué consiste, y como se consigue llegar a correr descalzo, o al menos, de una forma más natural y consecuente con nuestra fisionomía.

¿Y los cristales? Ten cuidado que te vás a hacer daño...

Es el primer tabú a derribar: Los pies están diseñados para correr descalzo. Tu especie evolucionó corriendo descalza.La mitad de los huesos, tendones y terminaciones nerviosas de tu cuerpo, están debajo de tus tobillos.

Esto son verdades incuestionables, pero es raro el día que no me preguntan por los dichosos cristales/clavos/agujas que algún desaprensivo se ha dedicado a distribuir minuciosamente por los lugares que se supone que frecuento.

Las buenas noticias son que, por un lado, somos más civilizados de lo que se cabe esperar, y el suelo suele estar muy limpio. Por otro ... creedme, cuando corres descalzo, uno presta más atención a los detalles.

Cabría esperar que las plantas de mis pies fueran de cuero endurecido en Mordor, pero no, la verdad es que, por ahora la piel no se me ha curtido más que lo que puedan estar mis manos.

Fin de la primera parte

Bueno, hasta aquí mi primer post sobre este tema, espero que os haya picado la curiosidad, y si un día me veis correr descalzo o calzado, por El Bierzo, por León, o por alguna otra región,  no dudeis en acercaros, que este loco, no es peligroso.


PD: Ah! os recomiendo que leais la que tiene preparada un buen representante de la comunidad descalza, el amigo GuilleQC, quien esta Semana Santa se va a marcar, desde Ponferrada, corriendo, en sandalias, en cinco jornadas, el Camino de Santiago, y del que voy a ser un entregado fan y gregario. Marcad esta epopeya en vuestra agenda, es todo un espectáculo verle correr, y seguro que agradece un aliento de ánimo durante su primera etapa (Ponferrada - Vega de Valcarce). Mucho ánimo, amigo!.